Con los planos fotográficos es posible crear perspectivas, sensaciones y transmitir emociones. Puedes hacerlo de dos formas: planos según el protagonista o planos según el ángulo de la cámara.
Plano normal
En este plano, la cámara se encuentra paralela al suelo. Es la forma tradicional en la que se toman las fotografías.
Plano picado
La cámara se ubica levemente por encima del sujeto y se inclina hacia abajo para apuntar hacia él. En este plano, el personaje se ve más pequeño de lo normal, como inferior.
Plano contrapicado
Este plano produce el efecto contrario del picado, es decir, engrandece al personaje y hace que se vea imponente. La cámara va con una inclinación de abajo hacia arriba.
Plano cenital
En este plano, la cámara se ubica totalmente sobre del personaje y apunta hacia el suelo. Con este plano se puede generar en nuestro protagonista la sensación de soledad, aislamiento, debilidad o fragilidad.
Plano nadir
Este plano deja la cámara completamente por debajo del sujeto apuntando hacia arriba y es el indicado para darle mayor importancia al personaje. Si ves esta fotografía, el protagonista se ve con mucha superioridad, es casi como si pisara al espectador.
Plano holandés
Este plano se realiza girando la cámara hacia a un lado para mover el horizonte. Con él, puedes encuadrar al protagonista para generar inestabilidad, dinamismo, fantasía, entre otros.
¡Pero ojo!, cuando inclines el horizonte, asegúrate que sea marcado, para que no parezca un error. Recuerda la regla de composición de Horizontes.
Ten en cuenta que estos planos puedes combinarlos con los planos que varían de acuerdo al encuadre del protagonista.
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